Principio
Su principio de protección se basa en el efecto piezoeléctrico a partir de un reforzamiento del campo eléctrico local y la creación anticipada de un camino de descarga preferencial, permitiendo evacuar la energía sin daños a las personas ni a las instalaciones en forma eficaz, confiable y con tecnología de punta. El pararrayos es totalmente autónomo al no requerir de fuente externa, ya que sus componentes son mecánicos y no electrónicos, presentando la ventaja de operar tanto para descargas positivas como negativas. |
El pararrayos SAINT ELME® está constituido de : |
Perfilada, inalterable y buena conductora, estructurada para engendrar una circulación de aire forzada en su extremo y en su prolongación (sistema VENTURI : tomas de aire y eyectores periféricos) 2) Un asta de soporte |
De cobre tratado (o de acero inoxidable según las versiones), cuya parte superior incluye una o varias puntas emisoras de iones de acero inoxidable, insertadas en un manguito aislante y sometidas al potencial flotante. Están protegidas contra los impactos directos del rayo y de la intemperie mediante la cabeza captadora que, de igual manera que el asta, está permanentemente conectada al potencial de 3) Un transductor (estimulador piezoeléctrico) |
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Incorporado en la parte inferior del asta es un dispositivo mecánico que permite convertir el esfuerzo proveniente de la acción del viento sobre el pararrayos en una presión sobre las cerámicas piezoeléctricas produciendo una tensión que será aplicada a través del cable de alta tensión que viaja por el interior hasta la punta ionizante para crear una distribución de cargas libres, por efecto corona.
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Funcionamiento
Estimulación piezoeléctrica
El principio del pararrayos Saint-Elme consiste en aumentar
el número de cargas libres (partículas ionizadas y electrones) en el aire
cercano al pararrayos y crear, en presencia de un campo eléctrico nube-suelo,
un canal de elevada conductividad relativa constituyendo un camino preferencial
para el rayo.
Cabeza captadora
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Funcionamiento pararrayos Franklin France |
La creación de cargas libres se hace por efecto corona
aplicando sobre la(s) punta(s) ionizantes del pararrayos Saint-Elme la tensión
proporcionada por las células de cerámica piezo-eléctrica cuya propiedad es
producir una tensión muy elevada por un simple cambio en la presión aplicada.
El pararrayos Saint-Elme está equipado de un dispositivo mecánico que permite
convertir el esfuerzo resultado de la acción del viento sobre el pararrayos en
presión sobre las piezas piezoeléctricas. La tensión así proporcionada está
aplicada a través del cable de alta tensión que corre por el interior del asta,
sobre la punta ionizante para crear, por el efecto corona, cargas libres. Estas
cargas serán después expulsadas por el efecto venturi (circulación forzada del
aire), de la cabeza perfilada del pararrayos. Cuando están al exterior de la
cabeza, estas cargas están sometidas al campo eléctrico nube-suelo, según la
polaridad de la nube (cargas positivas o cargas negativas a su base) y el
sentido de la descarga (ascendente o descendente), cuatro tipos de descarga pueden
suceder. Bajo nuestras latitudes, medidas estadísticas en el campo, han
demostrado que mas de un 90% de las descargas son golpes de rayo descendentes
de tipo negativo.
Captura preferencial
El hecho de poder favorecer cebados a valores menores que el
campo electrostático, refuerza la probabilidad de captura de los rayos. Esta
facultad les confiere una mayor eficacia como captadores preferenciales. Por
consiguiente, estos pararrayos ofrecen mayor garantía durante las descargas de
poca intensidad (2 a 5 KA) frente a pararrayos de asta, que solo interceptarían
los rayos a corta distancia.
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